miércoles, 22 de octubre de 2014

Querido gatito,

Disculparás la demora de esta carta. Entre el trabajo, las clases de inglés, mi hijo, mi novio, mi madre y monchito, no me ha quedado mucho tiempo como para empezar una respuesta decente.
Tampoco hay mucho nuevo en mi vida en estas últimas semanas, salvo que he decidido reabrir mi viejo blog. Aunque claro, digo que no ha sucedido mucho, pero en realidad la semana pasada terminé con P. y volvimos como a los tres días en una escena que incluyó una persecución en pijama a las tres de la mañana. Ya andamos bien de nuevo. Ayer fuimos a la última función de una película peruana llamada 'El elefante desaparecido'. Me ha gustado mucho, no solo porque es una película peruana en la que nadie se calatea y no se tiene que decir lisuras cada diez segundos para generar situaciones graciosas, sino además porque tiene un guion inteligente, complejo pero bien ejecutado. Te atrapa y te emociona. Me conmovió mucho el final y me quedé pegada al asiento hasta que la sala quedó vacía.
Llegamos al cine como cuarenta minutos antes y como andábamos muy cansados nos tumbamos en el suelo del segundo piso, bajo algunos letreros luminosos con los carteles de los próximos estrenos, a esperar que abrieran nuestra sala. Trabajar y estudiar me agota mucho. Ayer me quité los zapatos en la espera y las personas que pasaban con sus grandes tachos de canchita me miraban como a bicho raro. En un momento estiré la mano como vagabundo pero nadie me lanzó una moneda. Lo hice solo por joder y luego me vino un ataque de risa. P. ya se ha acostumbrado a esas cosas mías.

En teoría los miércoles no trabajo. Pero generalmente me paso la mañana revisando los textos que publican los redactores en la web de la revista y haciendo cambios y correcciones y perdiendo cabello. En dos días será mi examen de fin de ciclo nuevamente. La vez pasada nos dejaron de tarea redactar una carta en inglés proponiéndole a alguien un día perfecto en un país foráneo y te escribí a vos. Me saqué 5 sobre 5. :)
Por la noche hemos salido a montar bicicleta y luego, antes de regresar a casa, hemos pasado por un chifa y he pedido una porción de siu mai para llevar.

Los miércoles puedo ver a J. Ha bajado un poco en sus notas del colegio, pero nada grave, solo que antes se sacaba puro 20 y ahora trae 18 y 16 y a veces 14. Todo bien conmigo, pero su abuela se pone un poco loca. En su último examen de Personal Social escribió que San Martín de Porres declaró la independencia de Perú. Me resultó muy gracioso, creo que solo se pajareó. Es difícil retar al niño si tiene errores tan cheveres.

¿Cómo estás? ¿Qué has hecho en estos días? ¿Cómo está kokorito? ¿Cuándo vendrás a Lima? ¿Estás escribiendo? ¿Estás leyendo? Yo casi ni puedo leer. Trato de avanzar con El oficio de vivir que es el diario de Pavese, pero nada, no he pasado de la página 30 y ya voy un mes con él. Tampoco he podido dibujar. Supongo que ser adulto es un poco eso, pero me consuela la idea de que solo será por un tiempo porque me aburro rápido de los trabajos. Trataré de ahorrar.

Te extraño, gatito. Ladra un perro a esta hora.
Abrazobeso.
Kara.

miércoles, 8 de octubre de 2014

Karacolita:

Aquí las cosas no han cambiado mucho, salvo el color de los árboles-de-los-bosques-que-atravieso-corriendo-para-no-perder-el-bus han cambiado de color. Se han vuelto entre amarillos y anaranjados. Ya van quedando pocos de color verde.

 Me gusta el otoño, es como un ni fu ni fa pero más fu. También me gusta la primavera que es otra estación ni fu ni fa, pero definitivamente es más fa. Creo que ambas estaciones influyen un poco en mi carácter. En primavera soy un gato enamorado bebiendo litros de todo y bailando el gato volador, en otoño soy un gato melancólico contemplando cualquier cosa desde la ventana. El verano es una estación de hamaca soleada bajo palmeras y el invierno una de cama fría en una habitación.

 A propósito de las tortugas que me cuentas, te recomiendo este cuento buenazo de Cabrera Infante (haga click) que leí hace poco y creo que el cuento fue tan potente que me dejó con un dolor en las ingles que vengo teniendo desde hace algunas semanas.

 He visto Boyhood. Me llama la atención cuando la gente comenta "Duró tres horas, pero no se sintieron" o "La pudieron hacer en hora y media". Yo los imagino moribundos diciendo "Mi vida duró 70 años pero no se sintieron" o "Mis 70 años los pude vivir en 20" Me río. Me gustó la película porque es, voy a usar esta frase, como la vida misma. No va a encontrar uno nada extraordinario, lo extraordinario, para mí es atravesar todos esos años, crecer, aguantar, transformarse, vivir y sobrevivir. 

Yo creo que a ti te viene bien usar el látigo :) creo que te va a ir muy bien en esta etapa, además de tener talento, tienes eso de "don de gentes" porque, no te hagas, tienes tu club de fans. Ojalá llegues a la presidencia de nuestro país que cada vez está más loco. Más que psicoanálisis necesita antibióticos y desinfectante, agua oxigenada, alcohol yodado, esas cosas que matan las heridas que se pudren. Luego, quizá, algunos antipsicóticos. El resultado de las elecciones municipales ya ni siquiera me indigna, simplemente hace que crezca ese tumor que llevo dentro llamado patria, o Lima, no duele mucho, pero crece y suelta veneno cuando quiere; me envenena, pero no me mata y ahí esta.

 Me gustaría escucharte leer en esos recitales que me cuentas. Cuando te leo, eres como la Karacola que yo conozco y habla conmigo, pero cuando lees, es como si fueras otra persona. La del látigo, quizás? :) Qué miedo!

 Besos a ti y a la que lee en los recitales



 Claudia

lunes, 29 de septiembre de 2014

gatito querido,

hoy he vuelto a leer tu última carta para tenerla fresca en la memoria al momento de empezar estas líneas. nunca he visto un tiburón, pero el día que desembarqué -de un bus, no de un barco- en el puerto de veracruz, caminé por una franja de rocas para estar lo más cerca posible del mar. fue ahí que vi por primera vez una tortuga marina. era grandota y brillante, como una piedra preciosa en el anillo de una mujer que no existe, y además tenía unas aletas que se ondulaban bajo el agua de tal modo que en algún momento se te olvidaba que estabas mirando el mar y la tortuga y más bien pensabas en el cielo y una gaviota. he estirado los brazos como el amigo cristo y pienso que de un pez de semejante tamaño se haría un buen sudado.

acabo de regresar del cine. la película que vi se llama boyhood y es del mismo director de antes del amanecer-anochecer-atardecer y así. ¿viste alguna de esas películas? boyhood duró tres horas y estuvo bien. me hizo pensar un poco en el futuro de joaquín o en el joaquín del futuro. él ahora y duerme y no lo he podido ver más que 20 minutos por la mañana porque he empezado a trabajar en una revista desde la semana pasada. para llegar a mi nuevo trabajo tomo un auto, un tren y una combi. todas las mañana mi padre me deja en la estación de la avenida grau y tomo el tren eléctrico hasta la estación jorge chávez, en surco. bajo las escaleras, cruzo una avenida y tomo una combi por cincuenta céntimos. hacer todo ese transbordo es un poco cansado, pero lo prefiero a estar sentada por dos horas en un bus que me pasee por toda la ciudad. además que soy bien dormilona y todo el tiempo que pueda ahorrar para dormir es bienvenido.

en mi nuevo trabajo me toca usar el látigo y casi nunca el té con galletitas, aunque hoy me haya comprado un paquete de orejitas dulces. tengo a cuatro personas a mi cargo y generalmente me ponen en aprietos. pero bueno, supongo que con el tiempo todo será menos confuso. el plan es ahorrar un tiempo y luego ser presidente del perú. solo que sin la parte de 'presidente'. el plan a futuro es ser el perú. solo que sin la p y sin la u y más bien con una letra s al inicio.

la semana pasada estuve en un recital, fue muy gracioso porque hubo un intermedio musical en el cual unos chinos japoneses bailaron en coreografías juveniles y todo era psicodélico y contrastaba terrible y hermosamente con la parte de la lectura en voz alta. era como si giraran el dial y de pronto no estar escuchando doble nueve sino radiomarpluscategóricamentesuperior ay que rico.
finalizado el pánico, se acercaron algunas colegialas y pidieron autógrafos a los que habíamos leído. firmé dos papeles cuadriculados y uno rayado con frases como: 'lee siempre', 'nunca dejes de leer', 'tome pin y haga pun'. ahora que lo pienso, la frase 'nunca dejes de leer' puede resultar un poco psicoseante. me imagino a las colegialas soñando que leen o leyendo mientras cepillan sus dientes.

el jueves me toca de nuevo estar en un recital, pero es con universitarios así que supongo que no será tan divertido. le había perdido el gusto a esto de leer en público, a mí también se me da por contar mis púas. pero los chinos japoneses bailarines me han devuelto la fe.

quiero caminar por el bosque contigo y comprar pan negro. pero nada de alce para la cena, plis.
te quiero mucho gatito, te extraño cuando no te escribo.
me voy a dormir porque me toca despertar en 5 horas.

cariños,
kara.



miércoles, 17 de septiembre de 2014



Karacolita,

No sé si te das cuenta, pero a veces resultas ser muy tierna. Que imagines que camino entre piñatas y mercados; que un panadero pase con su triciclo en el Polo Norte, no sé, es como si me pusieras una frazada de color azul claro y me dejaras una taza de chocolate caliente mientras yo, como en estos días, andaría en mis días de furia o de perro negro.

Aquí, la verdad, solo hay bosques y bosques que atravieso para no perder el bus. El pan se compra en el supermercado y es oscuro. De primera impresión te parecería uno de esos queques de torta de matrimonio,  de los antiguos, esos que son tan compactos de tantas pasas y nueces y oscuros por la canela y la nuez moscada. El pan es así, compacto y oscuro por las semillas y la harina de centeno. Te acostumbras, como te acostumbras al bosque y a la ausencia de triciclos que te venden pan, mandarina, papaya, plátanos diez por un sol o manjar blanco especial de Cajamarca; todos esos vendedores que me despertaban. Ahora despierto con la estación de noticias que tengo en un radio reloj despertador de números rojos.

Entre el 97-98 fui a un curso de inglés en la Plaza Francia, allí en el centro de idiomas de la Católica. Mi profesora era una señora con acento de algún lado de Inglaterra porque había vivido allí, creo. Tenía el pelo largo y rizado y unos anteojos bien redondos, pecosa. Manejaba un VW escarabajo blanco y siempre la imaginaba rodeada de cosas antiguas. Ella era como una antigüedad. Creo que le caía bien, porque yo siempre he sido medio nerd y hacía todas las tareas. No era afanosa, pero no sé, las hacía; además, me gustan los idiomas. Aprendí a imitar su acento y el año pasado que estuve en Londres me preguntaron si había aprendido inglés en el sur. Les dije que aprendí inglés en Lima, en el centro, cerca de una plaza Francia y de una feria de libros usados y casetes piratas.

Me gustaba ir a ese curso porque allí conocí a una chica que se llamaba Mónica. Ahora que lo pienso, ella era un poco así como tú, porque era tierna, pero a veces parecía que sacaba su látigo de dominatriz y lo dejaba en la mesa mientras te contaba, tomándose un tecito con canela, que era la estrella de una película donde salía calata y mataba zombies. Era como tornasolada. Se vestía con una ropa que no te decía mucho, jeans, polo, zapatillas pero cuando bailaba parecía que te estaba contando todo. Con ella fui por primera vez a esas discotecas en el centro, llenas de adolescentes que se tiraban la pera de la academia. Felizmente no bebíamos alcohol (quizá una botella de cerveza entre las dos y ya) porque estábamos muy misias o porque teníamos miedo que nos sacasen la entreputa al llegar a casa oliendo a chela. De beber alcohol hubiésemos acabado siendo las bebitas de algún pandillero causha, no sé. Igual, quizás hubiese sido divertido, pero no hubiésemos aprobado el curso. No había FB por entonces, pero tengo muchas fotos mentales de ese único ciclo. También, esa Mónica, me llevaba a unas juguerías en el centro donde comíamos unas ensaladas de frutas servidas en balde. Ella también era hija única y vivía solo con su mamá. Creo que nos hicimos buenas amigas porque las dos éramos curiosas y tan giles que por entonces no entendíamos bien lo que era el peligro y por eso la pasábamos bien bailando entre pandilleros.    

Ahora que mencionas la flojera o el autosaboteo, creo que estoy un poco deprimida. Es que estoy muy cansada y prefiero que la gente desaparezca, o se conviertan en gatos o erizos. No sé. En mi cerebro hay un CD rayado. Trato de cambiarlo, adelantar la canción, pero algo se arrastra y se repite. Me canso muy rápido y lentamente el CD deja de sonar y solo hay un zumbido en mi cabeza. Cuando estoy así, el poco contacto que tengo con la gente me resulta igual de repetitivo. Estoy agotada mentalmente pero quizá es también, tengo que decirte, que hay días en los que cargo 300 kilos de alimento balanceado, saco por saco hasta el almacén. Eso también hago en la veterinaria, además de curar heridas, sostener a los animales mientras los asisten y afeitarle los testículos o la panza a los gatos y gatas que van a esterilizar.

Ayer pensé en escribir un cuento sobre un tipo que iba a la selva y le sirvieron mono frito. Después de eso, empezaba a actuar como mono, pero bueno, casi nadie se daba cuenta porque en el fondo todos somos unos monos. El se preguntaba si ellos también habían comido mono frito o es que eran así. Lo estuve escribiendo en la veterinaria cuando no hubo nada que hacer, pero después del trabajo del almacén y con mi CD rayado mental me cansé y la mona fui yo. Pensé que era una mejor idea rascarme la cabeza y comer un plátano.

Cumplí 35 años hace poco, sí. Hice una cena y recordé a mi abuela cuando decía "tanta cosa para que se lo coman en un rin ran y se vayan y dejen todo sucio" :-) Y sí. Me gusta cocinar y me afané con la cena. Hice alce al vino. Y luego vienen tus invitados, hablan entre sí, comen y comen, beben, brindan por ti, siguen comiendo, el postre y después el cognac y ya chau. Me agoté y estuve agotada toda la cena. Cuando estoy en estos estados las convenciones sociales me resultan vacías y tengo ganas de volverme un erizo y meterme en un hueco a contar mis púas.

Alguna vez has visto un tiburón? Yo una vez, en Ecuador, vi un tiburón (o pez) martillo, bueno, así lo llamaban. Chiquito nomás. Si separas tus brazos como en las imágenes religiosas del corazón de Jesús con sus llagas; así era, de ese tamaño.

Bueno,

Me voy a conversar con Kokorito.

Tuya de ti.

Claudia.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Gatito querido,

Son las 11:22 de la noche en mi habitación limeña. ¿Cómo celebraste tu cumpleaños? ¿Cómo es tu vida allá fuera del trabajo en la veterinaria? A veces intento imaginarte al otro lado pero tengo muy pocos elementos para armar un escenario o un episodio de tu vida. ¿Hay mercados populares? ¿piñatas? ¿bosques? ¿enanos? ¿panaderos que pasan por el barrio tocando una corneta? de esos ya no nos quedan mucho por aquí.

Todo va muy normal con el curso de inglés que te conté. Lo único que me resulta un poco raro son los temas que eligieron los creadores del texto de aprendizaje porque siempre se habla de amor, vacaciones, el clima y cosas por el estilo. Por ejemplo la clase de hoy giró en torno a 'la primera cita'. La profesora preguntaba ¿De qué se suele hablar en una primera cita? Y automáticamente respondí: del trabajo. Luego pensé: Pero qué demonios... todos me miraron sonrientes, no se si por burla o compasión, igual me resultó mas divertido que triste. Entonces me di cuenta que nunca he tenido algo así como 'la primera cita' o si tuve 'la primera cita' no me enteré jamás. Miento. Acabo de recordar algo que sucedió con P. en la época en la que estuve casada. La pucha. Postergaré la historia para otra carta.

La cosa es que se me hace muy difícil hablar en otro idioma sobre ese tipo de cosas ¿Qué lugares son ideales para una primera cita? ¿Qué hiciste en tus últimas vacaciones? 'Actualmente estoy de vacaciones permanentes'. Mañana (es decir hoy) tengo mi primera práctica calificada y escrita. Si me preguntan por mi primera cita hablaré de Monchito.

Leí los textos de nuestro proyecto matrimonial, me entusiasma la idea, mañana empezaré a plantear algunos bocetos, de hecho lo tendré para el plazo indicado. Lo único que me da un poco como de 'esto' es que mis dibujos son medio graciosones y  quizá queden extraños con el tema, es decir, me parece que quedará como un libro tragicómico, que es mas o menos también el concepto que tengo de mi poesía. ¿Está bien? Igual te iré mandando los bocetos durante el día.

Las ideas débiles son pequeñas e infructíferas depresiones, gatito. Ganas no reales de estar muerta. Pero es pura flojera por la vida o autosaboteo. Trato de borrar raudamente el pizarrón de la desgracia porque mi vida es buena aunque no me baste. Hoy escribí algo que podría ser un poemita, te lo copio acá y me despido. Disculpa la demora de esta carta. Besos, abrazos y saludos al asqueroso de kokorito.

Tuya, Kara.


un tiburón puede también ser bello

en la forma más mortal de la belleza
como un frágil detonante de la fe.

algunos dirán en voz alta
palabras como miedo, terror o pánico
pero nosotros miraremos de cerca
aquella masa oscura que precede las visiones instantáneas de la muerte
y no querremos perder ningún detalle
del filoso y blanco colmillo
presto a hundirse en nuestros cuerpos.

querremos atesorar entonces
el primer hilo de sangre
abriéndose paso entre la masa marina
como un alga colorida que se nos desprende,
como un cable que se corta porque no sirve más

insonoro / indoloro y ajeno

pánico, miedo o terror
serán palabras imposibles
ante tan breve e inminente belleza.

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Querida Karacolita,

 Hoy es mi día libre y lo que suelo hacer antes de los días libres es tomar uno o dos gin tonics mientras veo una película. Pero ayer no sé cuantos me tomé, tampoco recuerdo la película. Sé que fueron más de dos. Uno se me derramó sobre los muslos así que tuve que cambiarme de ropa y allí me di cuenta, al bajar la cabeza para quitarme los pantalones, que estaba borracha. Me he despertado a las 7am y te escribo para distraerme de las nauseas y el sudor. Para mí, siempre, escribir me distare de algún cuco, desde la resaca, hasta esos cucos mayores que existen, pero mejor ni los invoco, porque tengo suficiente con el cuco gin tonic de hoy.

 (¿Qué ideas débiles se te instalan?)

 Entiendo lo que me dices con eso del lenguaje. A mí también me cuesta expresarme, por eso no escribo de la manera en la que escribía antes, como un caballo salvaje; o como bailando Tabaco y Ron a las 4 am en alguna fiesta de mi barrio. Estoy un poco envuelta en algo, como un capullo poliéster. Creo que es porque ando mucho en silencio y pienso en imágenes. A pesar de dominar el noruego, no he querido o podido que ese lenguaje domine mis pensamientos. Cuando pienso, son dibujos con subtítulos o, simplemente, palabras aisladas de luz de neón de pollería; hay cosas en movimiento, sonidos, es bastante caótico. Esto me pasa desde hace algunos años. Antes pensaba como una película dirigida, producida y realizada; ahora es la cola del casting, los extras, el director, los protagonistas, los escenarios; todos mezclados como si todos se hubieran tomado la misma cantidad de gin tonic y al final siempre se les cae el vaso, y no hablan, solo se miran, hacen gestos, se mueven. Mi cabeza es como el centro de Lima que me describes, con el olor a orina y de vez en cuando los pirañas y los locos calatos me molestan cuando estoy mirando esos puestos de cachivaches made in china.

 Estoy botando cosas de mi casa. He botado treinta y cinco kilos de basura: trapos, cajas, una impresos vieja, partes de cosas que no sé qué eran, plásticos, tarros, ropa vieja. También encontré unos casetes de video que no quiero ni ver, porque si de máquinas del tiempo para el pasado se trata, quiero que me lleve bien atrás, a alguna caverna o a la época del virrey, solo para andar de tapada y caminar encorsetada por la alameda de mi barrio. No quiero ser la Perricholi, pero tampoco estaría mal divertirse con ella. A propósito del virreyes y cosas, mi abuela contaba una anécdota que al virrey Abascal, le mandaron un paquete que contenía estas tres cosas: habas, cal, y sal. Así de sutiles eran en esos tiempos, al parecer.

 Creo que aprender un idioma, te va a dar una nueva cabeza. Es decir, si crees que te está creciendo algo en la cabeza, cuando aprendas otro idioma, te van a crecer más cosas en la cabeza, así como una madreselva con flores, caracoles salvados del aplastamiento, gatitos escondidos, saltamontes y todo lo demás.

 Santa Rosita estaba más locaza que tú y yo sin Risperidona en el jirón Camaná antes de que se nos acaben las monedas para la rockola. En el colegio, una vez nos mandaron a dibujar algún pasaje de su vida y a mí me tocó su niñez, o sea, la parte más monse. Yo quería dibujar sus látigos y espinas, o si no, dibujarla finada en su cama de rousas (acuérdate de Bon Jovi que la cantaba en español), pero la dibujé en su cuna con cara de rosa y a su lado, un señor con bigote y una señora con moño y falda larga, ambos tenían cara de !oh, mi hija es una rosa!. O sea, de cojudos.

 Saluda a Joaquín por su cumpleaños, dale un abrazo de mi parte. Somos hijos de septiembre, productos del panetón, del champán Nochebuena, de los cuetes (no voy a escribir 'cohetes' porque en mi barrio todos reventábamos 'cuetes') y demás parafernalia. Le deseo un feliz cumpleaños. A lo mejor se acuerda de mí y de que lo entrevisté cuando se escapaba de las lentejas de tu mamá. Mi mamá también hace matasca (sí, con M) pero no es bueno pensar en esa comida cuando se está con resaca.

 Voy a tratar de dormir.

 Abrazos,

 C.

 PD: Me gustaría ver el documental de Eielson. Hace algunos años encontré un documental sobre él que se llamaba "Vivir es una obra maestra" ¿Lo has visto?

lunes, 1 de septiembre de 2014

Gatito,

Es la 1:14 en Lima. Hoy almorcé un guiso que prepara madre, se llama 'matasca', y sí, con 'm' de muymuy, no con 'p' de paparulo. Ella dice que es un plato típico de Arequipa, que es donde ella nació.

Ando muy bipolar por estos días, más que lo usual, y me preocupa porque muchas ideas débiles se me instalan en el cerebro. Ahí las ves todas apretujadas, todas fofas y babeantes, pero cómo molestan las desgraciadas. Otra cosa que me ocurre es que se me dificulta expresar ciertas ideas, nunca había tenido esos problemas de lenguaje y ahora me cuesta transmitir cosas muy muy simples, cotidianas, anecdóticas, todo ello en la oralidad. ¿Tendré alguna cosa creciéndome dentro del cerebro? A ratos me preocupo, luego recuerdo que soy muy pobre y se me pasa.

Hoy estuvo fuerte la garúa. Como siempre que esto sucede, los caracoles salieron a festejar. De regreso del chifa vimos algunos aplastados y logramos esconder a otros. Siempre me causan pena los caracoles, las personas no se fijan y terminan convirtiéndolos en mosaico de caracol. Por la tarde fui a dar un examen de inglés. Voy a retomar las clases para poder sacar mi título. No entro a un salón de clases en calidad de alumno al menos hace tres años. Me da nosequé todo esto, imaginar que tendré que conversar en otro idioma con personas extrañas, hacer grupos de trabajo, pararme frente al salón o salir a la pizarra. Peor bueno, esto del inglés ha de servirme para lo del cartón aquel y para tener la mente ocupada y no hundirme en mis oscuros pensamientos.

El sábado anduve por el centro de Lima. No sé porqué demonios me gusta tanto. Es caótico y muchas de sus calles emanan un fuerte olor a orina humana y animal y aún así le encuentro cierto encanto. Bajé con una amiga mexicana que se estuvo quedando en mi casa, fue su último paseo por nuestra ciudad, así que fuimos a visitar algunos mercados de venta de artesanía y como soy débil ante la belleza, terminé comprándome unas gallinas y unos cuchimilcos que luego le obsequié a P. Luego fuimos a sapear la procesión de Santa Rosita y qué crees, la banda que acompañaba volvió a tocar 'My way'. Siempre me pastelea este tipo de coincidencias. Es decir, parece desubicado o producto del desconocimiento, pero si lo ves románticamente -como yo, que soy una cursi asquerosa- tiene total coherencia. Santa Rosita estaba loquita y era medio masoquista, pero vivió a su manera o algo así ¿no? jajajajaja es decir, ya qué chucha. Mi viejo siempre repite que quiere que le pongan ese tema cuando sea cadáver y a mí se me hincha la manzana de Adán.

Joaquín cumplirá ocho años mañana.

Te escribiré con mayor frecuencia ¿vale?

Buenas noches/días.
Kara.

P. D. : El corrector de ortografía me marca en rojito las palabras: muymuy, garúa, paparulo, nosequé, matasca, sapear, cuchimilcos, loquita, chucha.